domingo, 14 de mayo de 2006

¿Quién protege al Teatro Albéniz?


Más sobre la posible demolición del teatro Albéniz de MadridEn una nota de Rosana Torres publicada en el diario El País del 5 de abril del corriente año están todas las claves para entender lo que podría ser una tragedia cultural para Madrid (la demolición del teatro Albéniz).

De la nota surge que Santiago Fisas, el Consejero Cultural de la Comunidad de Madrid, está al tanto del deseo de los propietarios de construir en donde está hoy el teatro Albéniz un nuevo edificio. Pareciera, además, que sería intención de éstos incluir en el edificio a construir un nuevo teatro (no se aclara de qué características). Pero Fisas considera que esa es una decisión privativa de los dueños.

La nota cuenta también que ?el teatro Albéniz, fue proyectado por varios arquitectos y finalmente por Manuel Ambrós Escanella, antes de ser inaugurado en 1945. Alberga un teatro de mil butacas y en sus sótanos estuvo también durante décadas, una famosa sala de fiestas que primero se llamó Fantasía, luego Folies y finalmente Cairo?.

Pero lo más importante de la interesante investigación periodística es que ??el edificio tiene otorgado "nivel de protección 1 en el Plan General de Ordenación Urbana", lo que podría estar en contradicción con la licencia de construcción que el consejero Fisas afirma que tiene la propiedad del teatro, ya que están protegidos tanto sus volúmenes como los elementos arquitectónicos más singulares y destacados?. Esto consta, señala Rosana Torres en su nota, en el libro ?Teatros históricos de Madrid? de Antonio Castro. Un libro de reciente publicación editado por la Concejalía de las Artes.

De ser esto verdad, coincidimos con Rosa Torres: no se entiende cómo los propietarios del Albéniz pueden tener los planes que parece que tienen cuando el edificio está protegido.

Sabido es que las autoridades públicas pueden proteger y desproteger. Como ejemplo de ello basta ver lo ocurrido con el Claustro de Los Jerónimos, que estaba protegido.

Existen varios remedios legales (limitaciones a la propiedad en interés público) para proteger todavía más la existencia del prestigioso teatro Albéniz. Para ejercitarlos solo hace falta voluntad política. Veremos si existe.

Beltrán Gambier

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