viernes, 28 de mayo de 2010

Así veo la dramática situación del Teatro Albéniz al 30 de octubre de 2006

El Teatro Albéniz continúa desprotegido y, por ende, expuesto al peligro de ser demolido. Así de claro.

El último esfuerzo en pos de su protección tuvo lugar antes del verano en la Asamblea de la Comunidad de Madrid cuando el PSOE intentó declararlo Bien de Interés Cultural pero el Partido Popular se opuso y con su mayoría dejó al noble proyecto en el catálogo de las intenciones.
El argumento que dio el PP no resiste la menor crítica: declarar al Albéniz “bien de interés cultural” es ir contra la sentencia que lo desprotegió. Este concepto es equivocado. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Lamentablemente este argumento también es usado por el Ayuntamiento para no proceder a la expropiación.

Mientras tanto, la inmobiliaria Monteverde ya tiene proyecto de edificio para construir en el predio que quedará luego de la demolición del Albéniz. Lo ha realizado el arquitecto Gabriel Allende Gil de Biedma. Dos pequeñas salas, un plató de televisión y cocheras integran parte de ese proyecto, según trascendió.
Los dueños actuales del Albéniz han conseguido algo muy importante: que algunos profesionales de la escena se sentaran en su mesa a escuchar y a negociar. Hasta se ha anunciado hace unos días (siempre coincidiendo con los actos de la Plataforma) un Foro de Organizaciones Profesionales en defensa del teatro.
La reunión que este Foro desea mantener contactos con los responsables políticos de las tres administraciones públicas con sede en Madrid: la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura. Se proponen tratar de encontrar una solución a la continuidad tanto del Teatro Albéniz como espacio de creación e interpretación, como de los puestos de trabajo que durante los más de 20 años de gestión del Teatro por parte de la Comunidad de Madrid, han contribuido al reconocimiento de esa sala.
Pero no son claros en lo más importante: ellos admiten la demolición de la sala. Y en privado lo dan como una decisión que no tiene posibilidades de ser revertida. Lo hemos comprobado. Esta rápida claudicación es muy lamentable. Y, so pretexto de buscar soluciones, negocian un esquema de participación que es desconocido hasta el momento.
Para ir preparando las conciencias, el nuevo Foro se encarga de recordar las carencias del Albéniz: “….a pesar de sus propias carencias técnicas para la representación del teatro dramático y la danza”. El Foro demanda también mantener prioritariamente la titularidad pública del Teatro Albéniz o del que se construya en su lugar. Esa es la prueba de que admiten la demolición. Lo que parece bastante curioso es que las tres administraciones convocadas (no sabemos el grado de respuesta que han dado pero parece escaso) participen de tan magro proyecto. ¿Una Fundación Pública cuyo capital fundacional sea aportado por la Comunidad, el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Cultura, con el objeto de adquirir el Teatro Albéniz o el que se construya en su lugar bajo la asesoría de los profesionales del sector? Bueno…habrá que ver. Si lo compran las tres administraciones o alguna diremos ¡¡¡bravo!!!.
Ahora....una Fundación Pública para gestionar el Piano Bar: no merece la pena.
Mientras tanto, la Plataforma de Amigos del Teatro Albéniz sigue fiel a su consigna original: preservación del teatro, de la programación pública y de sus trabajadores. La expropiación parece ser, a esta altura, el único camino para lograr ese objetivo.
Celebramos los apoyos que seguimos recibiendo día a día y en especial el brindado por el Ilustre Colegio de Arquitectos de Madrid.

Beltrán Gambier

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